Hablar de Alejandro Mendoza, es hablar de matices y coloridos.
En su personalidad artística convergen todo un amalgama de estilos y contextos varios , creando con ello una más que refinada personalidad musical.
Por un lado su faceta clásica, que le da una formación y solvencia técnica excelente. Por otro lado, su versatilidad camaleónica, para adaptarse a otros géneros musicales entre los que cabe destacar el jazz, la música sudamericana, el fado, la música latina etc…En general, las músicas del mundo.
Pero si algo define de verdad su personalidad artística, es el flamenco, donde encontramos su verdadera esencia y el más fiel reflejo de su alma cradora. Alejandro es artista con metas, con objetivos, con una incesante sed de mejora, siempre buscando la verdad en la música, lo correcto, y porque no decirlo, lo que cree justo, porque si algo también le confiere un rasgo característico, es la humildad.
Humildad que se traduce en una música técnicamente solvente, formalmente clara, y realmente sincera.
