¿Por qué en la mayoría de países europeos es obligatoria la práctica por parte del alumnado de un instrumento y del conocimiento del lenguaje musical?
Muchos padres ven el estudiar música, como una actividad más de carga a sus hijos, dentro de las miles que se le suman en el día a día, pasando como una simple actividad extra-escolar más.
Por eso, hoy quiero daros varios motivos de por qué, vuestros hijos, deben estudiar música desde una temprana edad.
1. La inteligencia musical
La música es una facultad de la mente humana, igual que lo son la visión y el lenguaje.
Pero a diferencia de estas dos anteriores, la inteligencia musical se desarrolla de manera diferente en cada uno de nosotros, debido a que, la parte de nuestro cerebro que trabaja dicha capacidad, empieza a trabajar conjuntamente con la parte dominante de nuestro cerebro, que trabaja el razonamiento lingüístico y matemático dentro del proceso de crear, ejecutar o escuchar una obra musical.
Así, un estudiante de música dentro de la interpretación musical, trabaja los cinco niveles que existen dentro de nuestro plano cognitivo (recuerdo, comprensión, análisis, identificación y aplicación) además de trabajar los planos educativos que existen en los cuatros aprendizajes fundamentales para un niño: Aprender a conocer (adquirir los instrumentos de comprensión)
Aprender a hacer (para influir en su entorno)
Aprender a vivir juntos (para participar en la actividad humana)
Aprender a ser (proceso que recoge los tres anteriores)
Aprender a hacer (para influir en su entorno)
Aprender a vivir juntos (para participar en la actividad humana)
Aprender a ser (proceso que recoge los tres anteriores)
2. ¿Qué aprenden nuestros hijos al estudiar Lenguaje Musical y en la práctica instrumental?
Al iniciar a los hijos, tanto en la formación del lenguaje musical, como en la práctica de cualquier instrumento musical, no solo le permitimos desarrollar el plano cognitivo anteriormente descrito, sino que a la misma vez, desarrollan el plano afectivo y psicomotor.
Principalmente el alumno desarrolla su aprendizaje a través de la imitación del profesor que ayuda a desarrollar en él:
-La observación consciente
-La observación consciente
-La capacidad de atención
-La capacidad de concentración
-La asimilación-comprensión
-La retención (memoria próxima y remota)
-La capacidad de evocación
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Andrés Segovia impartiendo clases |
Además el desarrollo del oído es algo que al alumno le hará avanzar en el desarrollo de su formación intelectual.
Suzuki sostiene que, un niño que “oye mucho y bien”, que sabe escuchar y discriminar entre distintos sonidos y tonos, capta mejor los mensajes en la escuela.
«Aprende con más facilidad y llegará a dominar su idioma antes que los niños no educados musicalmente»
También asegura, que muchos de los niños que se denominan “torpes o lentos”, sólo tienen dificultades de audición, y al superar este problema, mejoran rápidamente.Por otra parte, la estimulación de la música, el ritmo y el sonido, desarrollan en el alumnado la motricidad, el lenguaje, la socialización, la conciencia del espacio-tiempo y la auto-estima.
3. La importancia del ritmo en la vida cotidiana
El ritmo y la música, ayudan muy directamente al desarrollo de la psicomotricida: La atención del niño, se dirige al tema inducido por el ritmo o la canción y, por tanto, a la realización de movimientos y percusiones corporales.
La coordinación se activa y se desarrolla, no sólo por medio de la repetición, sino haciendo variar el tipo de ejercitación que se realizan.
Está relacionada con el aprendizaje, la capacidad de transferir experiencias motrices anteriores a situaciones nuevas.
Así, la práctica musical a través de los diferentes instrumentos que trabajamos (guitarra, flauta, piano, saxofón, etc..), ayudan al desarrollo de la motricidad fina y a todas las actividades de coordinación.
4. La socialización de nuestros hijos con su entorno
Algo que es muy importante, no solo para el alumno, sino para el propio profesor, es el sentido social que tiene la música y que hay que enseñar a los pequeños.
Por eso, las actividades o asignaturas colectivas (algo muy importante dentro de nuestra Escuela de Música de San Felipe Neri), son de gran importancia dentro de los estudios musicales.
Así, el alumno, es capaz de demostrar a los demás, sus capacidades expresivas, creativas y artísticas, dándole la oportunidad de que ello, también lo demuestre en encuentros sociales, como audiciones o conciertos donde, además de las capacidades ya descritas, trabajará algo que en su día a día será punto de despegue para su mejora personal en la vida: la integración social y la autoestima.
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Alumnos de la E.M San Felipe Neri en uno de sus conciertos |
5. La mejora de la auto-estima en nuestros hijos
No solo ayuda la música a la auto-estima afectiva a la hora de interpretar o escuchar una obra musical, ayudándolo a tener mayor seguridad en sí mismo.
Trabaja en todos y cada uno de los ámbitos, como en la autoestima física, siendo capaz nuestro hijo de valorar su destreza con el instrumento, o la auto-estima social, fortaleciendo el trabajo cooperativo con otros alumnos.
Incluso en la autoestima académica, sintiéndose el alumno privilegiado con sus capacidades y potenciales personales.
Conclusión
A la pregunta que nos planteábamos al principio de este post, deben estudiar música nuestros hijos, la respuesta es SÍ.
Hemos planteado bases para afirmar que un contacto serio con la música desde temprana edad, fortalece una buena orientación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, no solo del día a día de la educación, sino también en el día a día de la vida social y cotidiana de cualquier ser humano.
Así desde aquí y como profesor de música, animo a todos los padres, no solo a que introduzcan a sus niños desde temprana edad al maravilloso mundo del aprendizaje musical.
Que ellos mismos también se internen para, ademas de fortalecer todos los aspectos descritos durante el post, sino que sean guías de la educación musical de sus hijos para el futuro próximo que les quieren dar para ellos.
¡¡Un saludo a todos, amigos lectores!!