Gracias a la amabilidad de mi alumno Anjo Chover y a una conversación que surgió en una de nuestras clases, he podido obtener esta entrevista a Don Andrés Segovia, que con toda ilusión y admiración, realizaron los alumnos de medicina cuando vino a recibir el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz.
A continuación os dejo una transcripción del documento e imagen del original para consulta y curiosidad de todos.
¡Espero os guste!
Como se recordará, el pasado domingo 12 de Noviembre tuvimos la ocasión de asistir a un gran acontecimiento cultural en nuestra Facultad de Medicina: la sesión de investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Cádiz al gran maestro Andrés Segovia.
Nadie como él ha sabido dar a la guitarra el status propio de otros instrumentos, que como el piano, han presidido orquestas y factualizado obras maestras de portentosos genios de la música.
De tal modo, la ha hecho viajar por todo el mundo.
El día 11 del mismo mes, un grupo de reporteros del la revista se trasladó al Hotel Atlantico, donde pensaba alojarse. El fin, era hacerle una entrevista para vuestra revista.
Tras una larga y nerviosa espera llegaron al hotel parte de sus acompañantes. Entre estos se encontraban su mujer e hijo; dirigiéndonos a la primera si Don Andés podría recibirnos después de tan largo viaje. Ella, encantadora, nos respondió atenta: que no había inconveniente, que por supuesto lo haría.
Efectivamente, así ocurrió gracias a su intervención, cuando llegó el maestro – algo retrasado – concediéndonos la mencionada entrevista.
La conversación transcurrió en un ambiente de grata cordialidad por su parte y comodidad algo nerviosa, repito, por nuestra parte.
La entrevista se desarrolló así:
¿Qué supone para usted la investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Cádiz?
Pues siendo Andaluz y muy Andaluz es algo que me encanta, ya que debo esa misma gratitud a muchas universidades extranjeras y españolas, por la simpatía con la que recibo esta investidura en Cádiz. Esta es mucho más intensa que la que siento por otra universidad.
A Usted le han investido Doctor Honoris Causa en muchas otras universidades…
Si, primeramente en Santiago de Compostela, luego en Madrid (Autónoma), después en Granada, Oxford, Inglaterra, en América del Norte, en el estado de Florida y a demás en Carolina del Norte. Ahora me van a hacer también Doctor Honorio Causa en la universidad de Carolina (Los Ángeles)
¿Y todos estos acontecimientos no le parecen rutinarios?
No me lo parecen en absoluto, aunque con esta ya son diez investiduras. Cada una de ellas ha tenido algo distinto, así por ejemplo, la universidad de Santiago realizó toda la ceremonia según los detalles de la Edad Media. Solo faltó uno: consistía la que debía hacer todo el recorrido desde el hotel hasta la universidad a caballo.
La de Oxford también fue muy conmovedora ya que como saben ustedes Oxford es muy importante.
¿Y usted cree que realmente existe una cultura musical propia andaluza? Y por otra parte, ¿Se siente identificado con ella?
Bueno la cultura no es andaluza, es de todo el mundo, pero aquí posee unos caracteres peculiares que ha recogido allá admirablemente en su obra, eso y del mismo modo han hecho Alberniz y Granados; esto resulta de gran importancia para la música andaluza. A pesar de todo, la guitarra no tiene ese repertorio amplio que tiene la orquesta o el piano, por eso he tenido que hacerla universal.
¿Le sirve la guitarra, además de como instrumento, para expresarse o liberarse?
Primeramente es el instrumento más bello que ha creado el hombre, por la poesía de su sonido, porque es polifonico que no lo es ningún otro instrumento de cuerda excepto el piano, el arpa. Por ejemplo no lo son ni el violín ni el chelo. Además es un instrumento de sonoridad no muy violenta pero suave y persuasiva; y por sí fuera poco tiene las líneas femeninas… ¡Imaginate si eso vale!
¿Le sirve entonces para expresarse?
Claro para expresar mis sentimientos con la música, así puedo hacerlo mejor que de ninguna forma.
En España creemos que no estimamos lo suficiente a nuestros genios ¿está usted de acuerdo con el dicho de que nadie es profeta en su tierra?
Bueno, yo no puedo decir eso puesto que mis primeros éxitos los tuve en España. Contradigo por tanto, ese dicho; de todos modos existe un adagio español del siglo trece o catorce que dice: ”España façe a los onmes que los gasta”.
Tenemos entendido que va a dar un concierto benéfico para costear una serie de becas universitarias
Si, más tarde.
¿Qué motivos le han impulsado a ello?
Bueno, es un acto de reciprocidad a las atenciones que recibo de la universidad de Cádiz.
Sabemos que conoció a Falla en 1922, e incluso hizo con él un viaje a Venecia. ¿Ejerció alguna influencia sobre usted en su obra?
He sido muy amigo de Falla, lo admiro, lo he admirado siempre. Al ser Falla más veterano que yo y un gran maestro, es inevitable recibir sus influencias, a pesar de todo, nunca he sido discípulo suyo. Mi instrumento – la guitarra – no tenía cabida en sus obras entonces. De todos modos influyó sobre mí en un nivel musical más alto.
¿Qué es Andres Segovia para Andres Segovia?
Yo soy para Andes Segovia un hombre como otro cualquiera y además un artista.
¿Está satisfecho de su trabajo?
Lo estoy. No puedo negarlo. Si dijera lo contrario sería un hipócrita y un embustero.
Mi vida ha sido una línea ascendente sin caídas y retrocesos.
¿Cómo empezó usted? Sabemos que dio su primer concierto a los 16 años, pero ¿Qué empezó tocando? ¿Qué le gustaba más?
Bueno, yo empecé escuchando flamenco, pero rápidamente descarté ese estilo. Empecé a buscar cosas nuevas para la guitarra y encontré muchas cosas.
Desde su primer concierto hasta ahora ha recorrido un largo y ancho camino. ¿Le ha resultado costosa esta escala al éxito?
Pueden ustedes imaginarlo.
¿Ha encontrado muchos obstáculos?
Dentro de todo voy a tener 90 años. De este modo desde los 16 hasta los 90 he recorrido el mundo muchas veces. He volado en avión desde 1931, y le pido a Dios que como he sido un pecador muy grande, no tengo necesidad de la gloria, que me deje aquí aún más tiempo.
De toda su carrera artística ¿qué momento recuerda con más afectividad?
Bueno, esto es muy complicado. Se recuerda muchísimo, ya que mi carrera ha sido tan larga que no es posible para recordar solo dos o tres momentos. Pero buscando esos momentos, os citaría: el primer concierto que dí, al día siguiente hubo una crónica en un periódico de Granada, y yo, que aún era un muchacho, pensé ya ser célebre.
El Segundo lo recuerdo cuando toqué por primera vez en Paris una transcripción de “La Chacona” de Bach, uno de los más grandes genios del género humano.
El tercero y más emocionante fue tocar por primera vez con la Orquesta Sinfónica aquellos conciertos escritos por ciertos compositores.
Queremos hacerle ahora una pregunta un poco más técnica ¿está a favor de la pulsación de la guitarra con yema o con uña?
Con uña, claro, ya que la guitarra tocada solamente con la yema de los dedos no consigue resaltar las cualidades más extraordinarias de esta, como son: las alusiones a los instrumentos orquestales.
De este modo el color distinto que posee cada cuerda puede resaltarse dependiendo de donde se pulse y de que se haga la pulsación con la yema o con la uña. Ahora bien, si Dios le ha dotado de uñas que sean a la vez resistentes para que no se quiebren, y al mismo tiempo blandas para que no sean ásperas de sonido, tendremos pues al guitarrista perfecto.
¿Ha ostentado usted alguna vez un cargo dentro de la burocracia de la música?
No yo he sido libre como un pájaro.
Muchas gracias por todo, estamos encantadas de haberle conocido.